Friday, February 18, 2011

Rewind






(Hoy, después de algunos años, han reiniciado las actividades del cineclub El ojo en la cerradura, ahora bajo una nueva (s) cabeza (s) al frente. La película que ha servido como punto de arranque ha sido Be kind, rewind, y se me ha invitado a compartir mis impresiones en torno a la película. Be kind rewind la ví en su momento y me provocó sensaciones encontradas, como lo que suele provocarme todo lo que ha hecho Michel Gondry. De cualquier forma he escrito algo a propósito de ello. Como sigue: )



Si nos dejáramos llevar por nuestros prejuicios podríamos decirque Be kind, Rewind (EU, 2008; prefiero llamarla así en lugar del horripilante título con la que la comercializaron en nuestro país) tiene, para un servidor, dos cosas en contra: La presencia de Jack Black y la firma del francés videoclipero metido a cineasta Michel Gondry. Respecto al primero, difícil resulta dar paso atrás con nuestras ideas preconcebidas: aquí como en cualquier película en la que aparece sigue demostrando que confunde el saber actuar con el hacerse el chistoso. Habrá a quienes les resulte gracioso, pero esto ya es tema para otra reflexión.

Respecto al segundo, Michel Gondry, digamos que hacerlo –prejuzgar la película y descalificarla a priori -, correríamos el gran riesgo de perdernos quizá el primer acierto que ha tenido este joven realizador en el ámbito estrictamente cinematográfico, y digo estrictamente porque en el terreno del videoclip ya es otro boleto.

No es que Gondry haya abandonado sus señas de identidad que a juicio personal tanto irritan. Es decir, su impostada sensibilidad naïf, su mirada pueril y cuasi-cursi, su obsesa debilidad por el artificio, el peluche y el cartón-piedra para crear una, impostada también, personalísima estética siguen estando presentes, pero ahora como nunca, en esta película, digamos que la cosa le funciona. Incluso agrada, hace gracia, conmueve.

Motivo tenemos para caer desarmados como espectadores ante el juego, y el jugueteo, al que nos invita Gondry: el cine. Porque Gondry en este caso apela a nuestra complicidad, a nuestro gusto por el cine y a esa práctica que, es evidente, él mismo ejerce: la cinefilia. Para decirlo pronto: Be kind rewind es una película sobre el cine, sobre la nostalgia de una forma pretérita de ver el cine y de una posible, maravillosa manera presente de apropiarnos de él.

La premisa es delirante pero la propuesta no. Y creo que para este caso, para el presente texto, es más importante omitir la premisa y dejar claro lo que Gondry nos propone: Para el director -y nosotros coincidimos totalmente- el cine es y debe ser –y seguir siendo- un punto de encuentro, interacción y convivencia, conciliación. Lo más atractivo: para Gondry genial sería que el cine fuera un proceso colectivo de creación en tanto que la creación debería ser nuestra única y principal arma en cualesquiera de las batallas que como grupo o comunidad se nos plantee. Dicho así, tal vez suene parco, seco, pero Gondry, nuevamente sacándole plusvalía estética a sus decorados de peluche, sus escenografías de cartón-piedra y sus efectos de artesano que se cree heredero de George Méliès sabe cómo convencernos de que es posible.

Pese a un final que roza lo sensiblero más indigesto, Be kind, rewind es pues un homenaje al cine, pero es también una apuesta a que el cine sea de quien lo disfruta.

(José Abril)