Tuesday, July 22, 2008

Elogio de Béatrice Dalle


Dalle en Trouble everyday




Dalle en A l'interieur

1. Hace más de veinte años vi Betty Blue (Francia, 1986), una película de Jan-Jaques Beinex, realizador al que, por cierto, le perdí la pista. Desde entonces no he vuelto a retomarla y aunque a veces suelo ser bastante olvidadizo con las películas que poco me interesan, con ésta sucede lo contrario. Betty Blue no me entusiasmaba del todo; siempre me pareció una película típica de su tiempo, la segunda mitad de los ochenta, de cierto estilismo muy en deuda al videoclip y a los audiovisuales publicitarios, un tanto fría muy a pesar de la truculenta historia de amor que nos contaba. Una historia de amor que terminaba mal porque el “mal” en forma de locura rompía la armonía de una relación entre dos jóvenes que al principio se nos prometía idílica. Pero para suerte de Beinex, la locura en este caso llevaba el rostro de Béatrice Dalle, la debutante actriz que con una infinidad de recursos salvaba el film del absoluto tedio. Béatrice como Betty era una joven explosiva, bi-polar, suicida, agresiva consigo misma y con su eterno enamorado, una figura conmovedora e inquietante a un tiempo.

2. Betty Blue fue el primer trabajo de Béatrice Dalle y el personaje que la ha perseguido desde entonces. No es que se repita en cada actuación, pero su sola presencia en la pantalla provoca que uno espere a la menor provocación el estallido de locura. Su peculiar rostro contribuye en gran medida a esa sensación; no es una mujer particularmente bella (o lo que podríamos considerar como tal), pero, como sucede con la mayor parte de las buenas actrices de rasgos extraños, basta su presencia para robarse la película. Es una suerte de Betty Davis en versión bizarra que invariablemente en cada encuadre fuma sin importar que el guión lo justifique o no; es algo así como una Barbara Steel de grandes dientes separados aunque de rasgos más agresivos; incluso puede recordarnos en esos ojos grandes, de color raro y esa boca amplia a una Karen Black pero sin el bajo presupuesto.

3. La Dalle lo sabe. Se sabe portadora de un físico que no pasa desapercibido, de unos rasgos que se imponen y de una fuerza histriónica desarmante. Y siempre da miedo. Ya sea transfigurada en una ciega vulgar e insolente de ojos torcidos, sea como una esposa y madre irresponsable, o una auténtica zorra humillando a su marido. Y ahora sabe también que está lista para su close up sobre todo cuando su rostro está cubierto de sangre.

4. Sangre. La Dalle ha descubierto el make up que mejor le va; o mejor dicho, para el cual estaba destinada: la sangre. De loca enamorada arruinando su idilio a una auténtica splatter queen. Pero no nos confundamos, que lo suyo no es el victimismo tal y como lo ha dictado el cine de terror desde sus orígenes. Ella se ubica más en forma del otro lado, la del verdugo puro y duro. Desde que Claire Denis la escogió para esa obra maestra que es Trouble everyday (Francia, 2001), Béatrice Dalle parece haberse poseído de ese apetito insaciable por la sangre, de ese ímpetu diseccionador, de una furia destazadora que incluso le permite improvisar homenajes a Pollock con viscosos colores púrpura.

5. A l’interieur (Francia, 2007) de Alexander Bustillo y Julien Maury es su apoteosis. Pocas películas recientes han tenido tal grado de crueldad física y ninguna, que yo recuerde, ha colocado a la figura femenina como su fuente generadora de forma tan implacable como en ésta (salvo La audición de Takeshi Miike, pero creo que ha quedado superada). Aquí el asunto es especialmente perturbador: la maternidad es una caja de Pandora y la víspera del parto la antesala del infierno. Sin entrar en detalles, aquí la Dalle, mujer misteriosa de aparición inexplicable, es la película. No escatima ni en herramientas, ni en utensilios, ni en víctimas. Y fuma a la menor provocación, y ríe con su enorme boca y sus dientes separados, y sus ojos brillan siniestramente ante el fuego de su encendedor. Sus registros abarcan de la hiperviolencia psicopática a los desplantes infantiloides, Y escuchar su llanto en la obscuridad pone los pelos de punta. El final, por demás inquietante, nos lo confirma: Béatrice Dalle fue hecha para quitarnos el sueño y coronar nuestras pesadillas.

(José Abril)

5 comments:

Paxton Hernandez said...

Caray. De esta película francesa he escuchado comentarios muy entrados. O la alaban, o la destrozan pero tu reseña me convención.

Cambiando de tema, ¿no te gustaría colaborar con la reseña del churrito Ils para mi blog? Te doy crédito y regalías. :)

Sam_Loomis said...

"A'l Interieur" me gustó mucho. Semejante carnicería, y como bien menciona, perpetrada magistralmente por esta siniestra actriz. Me gustó mas que la otra Francesa que tenía la famita de ser la mas hardcore, "Frontiere(s)".

Saludos profe

Anonymous said...

Vi la de Betty blue hace un par de años y me fascino. Concuerdo con tu descripcion de Delle pero tambien el personaje masculino me encanto por sufridote y cumplidor y ambos se han mantenido en mi subconciente. Mas que su presentacion visual y de edicion, me gusta la intensidad con que se representa cada escena, reir, llorar, chupar, bailar, amar. Hasta la policia guia el trafico cantando una cancion de cuna. Por su intencidad me recordo los amants du pont-neuf de Leos Carax, otra pelicula que me gusta mucho.
Pero regresando a Beatrice, siempre me he preguntado, porque no hay una fila larguisima de directores franceses y de fuera tratando de filmarla. Si yo hiciera una pelicula sin duda alguna la buscaria a ella.
Leo

Anonymous said...

qUISIERA UN SEGUNDO POST SOBRE LA GRAN bETTY CON ALGO MAS DE IMAGENES TAMBIEN . gRACIAS

Anonymous said...

Una Gina Gershon mas ruda,la hubiesen elegido para ser Faora la cruel enemiga de Superman en la nueva version de Zack Snyder.