Tuesday, February 12, 2008

La bella y la bestia



Dos propuestas radicalmente diferentes entre sí: genéricamente disímbolas, estilística y técnicamente contrastantes. Una, el retrato intimista de una bella joven que asegura ser víctima de una posesión demoníaca; la otra, la crónica espectacular cual testimonio terriblemente espontáneo de los estragos causados por una bestia en su tránsito por Manhattan. Y aunque diferentes como propuestas y en intenciones, ambas se aprecian, cada una a su manera, como aproximaciones al miedo, al horror, desde perspectivas bastante interesantes. Como sigue.

La bella. En Réquiem: La posesión (Alemania, 2007), Hans Christian Schmid lleva a cabo el recuento de los últimos meses en la vida de Michaela, una joven epiléptica demasiado frágil y devota aunque muy entusiasmada por romper con la rutina de su cerrada vida familiar, que muere de agotamiento por las innumerables prácticas de exorcismo a la que fue sometida por consentimiento propio y de sus padres. La película no es lo que convencionalmente podríamos considerar un horror film, y aunque la trama ofrece muchas similitudes con El exorcista (Friedkin, EU, 1974) y, más acá, con la muy mediocre película con alma de telefilm El exorcismo de Emily Rose (Derrickson, EU, 2006) -que ha partido, por cierto, de los mismos acontecimientos-, el realizador propone algo de signo contrario. Se trata de un muy acertado film naturalista que centra su atención en el personaje sin perder de vista el ambiente que la contiene y termina por destruirla; un film contemplativo, sin estridencias ni trucajes, de registro casi clínico que desmitifica el fenómeno de la posesión y pone en evidencia el fanatismo y la ignorancia como los únicos demonios implacables en su afán devorador de seres vulnerables siempre al borde del abismo; puesta en escena de un drama conmovedor e inquietante a un tiempo, incluso en su austeridad y en la actitud de observador distanciado por parte del realizador, donde el horror no está ausente. Porque aquí el horror emana no de Satanás y su hipotética existencia sino de las condiciones que contribuyen a creer en semejante patrañas: Por un lado, la de la enfermedad, la del extravío de la locura, la de una epilepsia devastadora; por otro, la de los lazos de una familia sumida en el puritanismo y la ignorancia que prefiere clausurar la vida de uno de sus integrantes amparándose bajo la sombra de la fantasía más oscura y delirante, la de la superchería religiosa, antes que poner los pies sobre la tierra para actuar en consecuencia. He aquí, pues, el verdadero infierno.

La bestia. En Cloverfield: Monstruo (EU, 2008), J.J. Abrams coloca en Manhattan a un enorme monstruo para que la destruya a su antojo, devore a sus ciudadanos, y derrame parásitos que de su cuerpo se desprenden secundando su instintiva labor de destrucción. Estamos, pues, ante una película de género, a situaciones ya revisadas por oriente y occidente (Godzillas de toda nacionalidad, King Kongs clásicos, modernos y postmodernos, Alienígenas de todas formas y colores adoptando la tierra como campo de batalla, etc), a la idea de un Apocalipsis y sus agentes pisándonos los talones explotada una y otra vez, pero esa sensación del déjà vu es superada por ciertos elementos que hacen del asunto una experiencia efectivamente aterradora y diferente. Señalemos, por lo menos tres de ellos: El primero es el dispositivo estético por el cual Abrams ha optado, la cámara en mano, abiertamente subjetiva, que, dada su naturaleza diegética (es un personaje, que poco sabe de técnicas de filmación, un documentalista improvisado y un observador minucioso), renuncia al frío virtuosismo en pos de un hiperrealismo sucio y caótico, en varios momentos escalofriante, producto en gran medida del falso amateurismo que se ostenta (fríamente calculado, obviamente). Es este recurso el que ofrece las claves para contemplar no de forma indiferente la histeria individual y colectiva que alimentan cada uno de los nerviosos encuadres. El segundo, es la calculada dosificación de la presencia del ente destructor frente a la cámara; la idea de que inquieta más aquel que se mantiene oculto tras el caos que ha provocado rige la totalidad del film. La bestia, pues, es una presencia evasiva, casi anónima para la cámara y para nosotros y el hecho de ignorar cuál es su origen y de desconocer sus formas contribuye a esa sensación de desconcierto. Sensación que se relaciona, también, con el tercer elemento: la recreación de un ambiente de fin de mundo de resonancia bastante realista que hace eco a esa paranoia post 11/S, a esa idea de la destrucción por todos tan temida (cualquiera que sea su naturaleza) como algo impredecible e incontrolable y a la desolación que se impone y se enfatiza aún más, en el film, con esos accidentados inserts de escenas de amor de un día por Manhattan. Cloverfield termina, irónicamente, con el entusiasta inicio de una historia sentimental que no pudo ser. Ese “Hoy ha sido el mejor día de mi vida” nunca había tenido un peso tan terrible en una película como ahora, por lo menos para servidor.

(José Abril)

11 comments:

Paxton Hernandez said...

WOw. Magníficas reseñas. Yo solamente quiero decir que no creo que Requiem ni Cloverfield estén tan lejos la una de la otra: las dos tienen por abuelito el Dogma danés.

Lo que apuntas aquí sobre "amateurismo" súper calculado, coloca curiosamente el filme de Reeves más cerca de los hermanos Dardenne que de Hollywood.

Saludos!

El diablo probablemente said...

Bueno, en cuanto a técnica sí, están hermanadas, pero temáticamente sí son totalmente diferentes,creo yo. De hecho la de Requiem en ciertos momentos me recordó a Rompiendo las olas, de L.V.T. (aunque ésta no se haya hecho bajo los códigos del Dogma). Y lo de colocar a Reeves cerca de los Dardenne, ni se me había ocurrido jejeje. Saludos y gracias por el coment.
PD: qué errorsote, J.J Abrams es el productor jajaja. Gracias por la corrección.

Sam_Loomis said...

No he visto Cloverfield, ni tampoco esta Requiem de la que había oído poco francamente. Suenan interesantes, la de Cloverfield segurito le echo un vistazo en cuanto pueda aunque la experiencia de "cámara en mano" que tuve con Blair Witch Project no me dejó buen sabor de boca. Pero si anda de moda ahorita con esta Cloverfield, REC y próximamente Diary of the Dead, debe de ser por algo.

Saludos profe, y gracias por comentar

El diablo probablemente said...

Sam Loomis: la de Cloverfield la tienes que ver en el cine, ni se te ocurra verla en el monitor de tu computadora. Y aunque La bruja de blair era una referencia obligada al hablar de ésta, la verdad ni la mencioné porque francamente a mí no me gustó nada. Cloverfield logra lo que aquella pretendía y más. Saludos

Sam_Loomis said...

Ahhh claro que en el cine profe, esa si se ve en pantalla grande jaja. Por cierto, cambiando de tema acabo de ver "Gone Baby Gone" (me había tardado) y subí post, se me hizo chingonsisisisisisima. ¿¿Ya la vio profe??

David said...

Carajo José, cada vez te pones más técnico (es cura) donde conseguiste Réquiem? la rentaste?

por cierto volvi a las andadas a ver si ahora sale.

Anonymous said...

Desgraciadamente no eh visto ninguna pero estoy 100 % de acuerdo que una pelicula como "cloverfield" hay que verla en el cine para poder disfrutarla como se debe.

Curioso, es rara la gente que a gustado de "the Blair witch project" , yo soy uno de esos pocos, cuando fui a verla al cine sali complacido muy al contrario de toda la gente que se encontraba en ese momento en la misma sala.

El diablo probablemente said...

David: La de Requiem la pasaron en el Cámara alternativa de ya sabes que cine

Duque Blanco:Lo qué pasó con la bruja de Blair, creo, fue su marketing, que terminó comiéndose a la película

Carlos Reyes said...

Yo quiero ver Requiem!

Excelente blog por cierto...

El diablo probablemente said...

Carlos reyes: gracias por la visita y esperamos verle más seguido por acá

Jorge - cinenovedades said...

La verdad muy buen informe, y genial tu blog. Realmente muy bueno. Tengo muchas ganas de ver "Cloverfield".

Tengo un blog de cine www.cinenovedades.blogsot.com que ojalá puedas visitar.
Voy a hacerte un enlace desde mi pagina hacia la tuya.

Saludos.