Wednesday, July 13, 2005

Taboada, a propósito de Marga


Hace unos días falleció quien fuera durante buena cantidad de años el vivo rostro del sufrimiento femenino en el cine mexicano: Marga López (haciéndole franca competencia a Dolores del Río). Y aunque nuestro interés no es hacer un recuento de su filmografía in memoriam, si nos gustaría tomarla como pretexto para hablar de otro asunto más ligado a lo que nos mueve, el de Carlos Enrique Taboada. La López en dos ocasiones hizo a un lado el melodrama para prestarse a otros juegos ficcionales más del lado del horror puro, y quien se encargó de ubicarla en esos universos tenebrosos tan en apariencia ajenos a su rictus y a su gesticulación fue precisamente él. Suponemos que Marga López no requiere presentación: más o menos tenemos circulando su imagen en nuestro imaginario colectivo. Pero Taboada casi casi ha sido una figura anónima a lo largo de estos últimos 30 años, aunque algunas de sus películas sean autenticas obras de culto.
¿Qué quién demonios es Taboada? Basta decir que quien haya creído en todo este tiempo que Guillermo del Toro es nuestro auteur de horror por antonomasia ha vivido en un grave error y en la absoluta ignorancia. Mucho antes de que este tapatío llegara con su Cronos (1994), otro mexicano, Taboada pues, ya había hecho de las suyas en el horror cinematográfico nacional y con mucho más aciertos. Taboada fue quiza el primer realizador que asumió con seriedad el género en nuestro país y el que manejó sus códigos renunciando al más patético y casi siempre chistoso kitsh (a la manera de toda la saga de El Santos y Blue Demon contra cualquier monstruo que se les ocurra). Fue el primero que se planteó el gènero no como una comedia involuntaria y sí como un cine de gran aliento inquietante, a veces sutilmente poético y otros verdaderamente aterrador. Tampoco se trata de sobrevalorar; Taboada, siendo honestos, fue perpetrador de una buena cantidad de películas fallidas, pretenciosas e irrisorias, pero sus incursiones en el miedo fueron las más acertadas de su carrera; no renovó el género, pero lo dignificó, a la clásica, en un cine, el nuestro, donde parecía estar destinado a la ignominia ¿De qué forma? Simplemente poniendo especial interés en aquello que el buen Lovecraft recomendaba: la atmósfera y la importancia del espacio, y mirando a modelos europeos de cine fantástico, como el llamado giallo italiano.
Fue precisamente en su primer película de horror donde Marga López participa en un papel que de entrada suponía cierto mistcast. Hasta el viento tiene miedo (1967) contaba la historia de una serie de personajes femeninos en un internado para señoritas donde el espíritu de una joven suicida irrumpía en las noches para provocar la angustia general. Todo se descubre después como el acto de venganza del fantasma de una joven que en vida había sido sometida por la directora autoritaria del colegio incapaz de poseerla, y presa de sus celos lèsbicos la conduce prácticamente al suicidio. Uno de los tantos logros de la película fue precisamente la actuación de Marga López, genial como una lesbiana reprimida, dura, amargada y autoritaria, todo lo contrario a lo que nos tenía acostumbrados, y claro está la concepción del espacio y el ambiente de un encierro agobiante.
Después de esta película Taboada regresa, nuevamente con Marga López, en otra película de horror sobrenatural. El libro de piedra (1968) es quizá la más popular de este realizador, verdadera pieza de culto. En ella la actriz encarna a una institutriz que se encarga de la educación de una niña solitaria y problemática. La niña jura tener un amigo que en las noches la visita, el amigo, poco bienintencionado y malévolo, es aparentemente la escultura de un niño leyendo un libro ubicado en el centro del enorme jardín que adquiere vida al caer el sol. Aunque la película adolece de ciertos efectismos medio chafas (lo que en Hasta el viento…era sutileza aquì son trucos enseñando el cobre), funciona, y aparte tiene, según opinión del maese Jorge Ayala Blanco, uno de los finales más bellos e inquietantes del cine mexicano. Inmediatamente después Taboada realiza Vagabundo en la lluvìa (1968), película en la que abandona las claves del cine fantástico y adopta las del thriller. Se trata de una de sus películas poco conocidas pero con ella recuperaba el aliento inquietante de la primera. En Vagabundo… dos jóvenes burguesas, por accidente, se ven forzadas a pasar la noche en una cabaña; entre plàticas banales, reproches y discusiones se dan cuenta que un extraño merodea el lugar. La película se desarrolla como un efectivo ejercicio de progresiva claustrofobia y ansiedad, en un ambiente de encierro insostenible.
Las dos ùltimas entregas del realizador en cuanto a horror se refiere cierran su ciclo con altura. La primera es Màs negro que la noche (1974) y es con todo y sus logros la más camp de todas. Estrellas del momento como Claudia Islas, Lucía Méndez, Helena Rojo y Susana Dosamante, enseñando más nalga que talento, fueron utilizadas por Taboada en este delicioso giallo a la mexicana, y sometidas, como manda el género, a los más brutales asesinatos perpetrados por el victoriano fantasma de una aristócrata anciana, omnipresente en un enorme cuadro colocado en la sala de una mansión, y con su representación terrenal en Becker, un gato, efectivamente, más negro que la noche. La otra es Veneno para las hadas (1984) y es la más experimental de todas. A partir de la premisa de que la inocencia puede ser letal, Taboada cuenta la historia de dos niñas que alucinan ser brujas, sus juegos se tornan cada vez más peligrosos hasta llegar a la tragedia. En ella Taboada opta por una puesta en escena mucho más elaborada, mostrando todo desde la perspectiva de las niñas y eliminando del encuadre a los adultos, manteniéndolos en off, a la manera de los viejos cartoons norteamericanos.
Después de esto Taboada se dedicò a la TV sea como guionista o productor, en cine escribió algunos malos guiones de malas películas. Su buen ojo para el horror dejó de ser productivo…Ah, se me olvidaba, muere en 1996 (Por Josè Abril)

4 comments:

Anonymous said...

caraxxxo llevo queriendo ver varias peliculas de las que mencionas y nomas no, se me han negado por cuestiones externas, chance y algùn dia, saludos. muy buen texto

El diablo probablemente said...

para lograr tu objetivo tendrìas que pasar las 24 horas frente a la tele y esperar a que una de estas pelìculas salgan...Es muy comùn que las programen sin avisar encanales como los de televisa o CMC

Manuel said...

Mi favorita es "Hasta el viento tiene meyo" y "El libro de piedra", o era "niño"... who cares?
Hugo, el amigo imaginario de la morrita, fue de los terrores más grandes de mi morrez, casi tanto como los pantalones de campana.

La Fran said...

En "Hasta el viento tiene miedo", Maricruz Olivier salía de la institutriz buena, y la lesbiana era Marga Lopez?....que cosa...!